Un medio que muchos ven como
adversos o desfavorecido es para muchos otros un espacio de vida, crecimiento y
experiencias singulares. El ámbito rural, se constituye en espacio de vida de
muchos alumnos.
Cuando un niño o niña que
asiste a una institución educativa rural de Nivel Inicial puede manifestar a
través de toda sus expresiones, sus vivencias, se evidencia que el contexto en
el que transcurre la vida de estos niños es posibilitador.
Cuando un niño o niña se
refiere al uso de los espacios, a los cambios climáticos, cuenta sobre el
carrito que le construyo su abuelo, o el pan que amaso con su mama evidencia
potencialidades del ambiente.
Cuando un niño o niña asiste
a un jardín de infantes en el ámbito rural se encuentra con un educador adulto
que está en condiciones de apreciar este pasaje, que encierra múltiples
posibilidades para enseñar y aprender. Posee la tranquilidad y la posibilidad
de disfrute, el maravilloso efecto de generar el encuentro entre las personas.
Este contexto resulta sumamente rico, para quien sabe leerlo, interpretarlo,
mirarlo con ojos inquietos.
Este contexto, es diferente
a otros, se vuelve cada vez más necesario replantearse ciertos saberes
prácticos que resulten obvios o validos desde nuestra mirada urbana. La cultura
rural es sumamente rica y, no es una cultura inferior, es diversa. Es necesario
plantearlo y pensarlo en tanto tendemos a validar lo urbano considerando que el
niño de la zona rural debe conocer una plaza, un mercado, un museo, pero nunca
no hemos preocupado si un niño que proviene del centro urbano desconoce la
realidad rural. Esto da cuenta de la validación consciente o inconsciente que
hacemos de ciertos contextos.
Probablemente, se trate de
reconocer y valorar las posibilidades del contexto, la identidad y la cultura
de cada uno de nuestros niños y niñas y de ofrecer la mayor cantidad de
oportunidades de ampliación de repertorios culturales, cuando sabemos que es la
escuela una poderosa fuente de información o acercamiento, en casos en que no
disponen de tv, computadoras, etc.
El grupo reducido de alumnos
y las lógicas posibilidades de una atención más personalizada, el contacto con
lo natural, el interés constante y la creatividad donde pinturas, fotografías,
imágenes y otros recursos forman parte de lo
ofrecido, con el fin de enseñar, de disfruta, de que vean lo que en otro
lugar no ven.
El ambiente es el clima que
se genera. El ambiente son los colores, los olores, los sonidos, los silencios.
Ambientar un espacio para el desarrollo de una actividad pedagógica es pensar
que música se puede escuchar de fondo, cuanta luz es necesaria, que espacio es
adecuado, que clima hay que generar previamente, de que recursos hay que
disponer. En os jardines rurales que cuenten con otros espacios es posible
pensar que cada uno de ellos tenga una ambientación pedagógica, una invitación
a desplegar capacidades. En algunos casos habrá que sentarse a consensuar con
la maestra de la escuela primaria.
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