EDUCACIÓN RURAL..
miércoles, 22 de noviembre de 2017
ANTECEDENTES DE LA FORMACIÓN DE DOCENTES PARA ESCUELAS RURALES.
Aun cuando actualmente no está
generalizada la formación específica para maestros que se desempeñen en
contextos rurales, es posible mencionar algunas alternativas que se
desarrollaron a lo largo de la historia.
En primer lugar, cabe
mencionar lo acontecido en los primeros años del siglo xx: en pena expansión
del movimiento normalista, eran necesarios maestros en cada rincón del país y
las zonas rurales no fueron la excepción en la enorme expansión de la
cobertura. La concepción que se imponía era que allí donde se abría una escuela
crecía un pueblo. Hacia 1904, en la provincia de Entre Ríos abría sus puertas
la Escuela Normal de Maestros Rurales “Dr. Juan Bautista Alberdi”. Su director
el profesor Manuel Pacifico Antequeda (1860-1920), protagonizo una iniciativa
que de inmediato despertó interés en el país y el extranjero, América latina,
busco construir la formación sistemática de los maestros destinados al
campo.
En aquel momento, ejercían
en las escuelas rurales maestros no diplomados dado que los egresado de las
escuelas normales se ocupaban en las ciudades. Un decreto del Poder Ejecutivo
Nacional de 1910 que, determinaba la función de siete escuelas normales rurales
mixtas. Estos es un ejemplo de la preocupación estatal por formar docentes para
escuelas rurales en diferentes provincias y territorios nacionales. En el año
1933, en Cruz del Eje, Córdoba, la Escuela Normal de Adaptación Regional
comenzó a cumplir un nuevo plan de estudio que otorgaba el título de Maestro
Normal Rural. Y en 1937, en San Juan se instaló la Escuela Normal de Maestros
Rurales “Gral. San Martin”.
Estos ejemplos son una muestra
de la presencia de la ruralidad desde los orígenes del sistema formador. Con el
tiempo la urbanización fue ganado terreno y muchas de las escuelas,
originalmente de las localizaciones rurales se transformaron en escuelas
normales urbanas. De esta manera fueron perdiendo progresivamente su
denominación de rurales y se reemplazaron sus planes de estudio.
La consideración de “lo
rural” generalmente tomo la forma de seminarios, que con carácter optativo,
convivieron con otras modalidades. En los últimos años empiezan a
desarrollarse, con diversos grados de generalización y estado de avance,
instancia de capacitación y especialización especialmente diseñada para los
maestros que se desempeñan en contextos rurales.
Durante la formación inicial
deberán ofrecerse unidades curriculares especialmente diseñadas para el
conocimiento de los ámbitos rurales, de sus instituciones educativas, de los
modelos organizacionales propios y de ciertos contenidos específicos, deberá
contemplarse el estudio de las disciplinas específicas para la enseñanza,
realizando adecuaciones didácticas que tomen en cuenta las condiciones de las
escuelas rurales. También deberá considerarse la aproximación de las
características y necesidades de los alumnos a nivel individual y colectivo.
Se trata, de incluir como
objeto de estudio la ruralidad como contexto, la organización de trabajo
escolar en el arco del plurigrado y la organización propia de estas escuelas.
Se requiere abordar
problemáticas nodales tales como los procesos de alfabetización inicial en plurigrados.
Para que esta profundización
sea posible es necesario generar alternativas que se acerquen a las diferentes
zonas las propuestas de formación que promuevas el trabajo compartido de los
docentes de escuelas cercanas, para colaborar con la superación del aislamiento
relativo de las escuelas y los docentes y progresivamente del de los alumnos y
comunidades.
POSIBILIDADES DEL CONTEXTO.
Un medio que muchos ven como
adversos o desfavorecido es para muchos otros un espacio de vida, crecimiento y
experiencias singulares. El ámbito rural, se constituye en espacio de vida de
muchos alumnos.
Cuando un niño o niña que
asiste a una institución educativa rural de Nivel Inicial puede manifestar a
través de toda sus expresiones, sus vivencias, se evidencia que el contexto en
el que transcurre la vida de estos niños es posibilitador.
Cuando un niño o niña se
refiere al uso de los espacios, a los cambios climáticos, cuenta sobre el
carrito que le construyo su abuelo, o el pan que amaso con su mama evidencia
potencialidades del ambiente.
Cuando un niño o niña asiste
a un jardín de infantes en el ámbito rural se encuentra con un educador adulto
que está en condiciones de apreciar este pasaje, que encierra múltiples
posibilidades para enseñar y aprender. Posee la tranquilidad y la posibilidad
de disfrute, el maravilloso efecto de generar el encuentro entre las personas.
Este contexto resulta sumamente rico, para quien sabe leerlo, interpretarlo,
mirarlo con ojos inquietos.
Este contexto, es diferente
a otros, se vuelve cada vez más necesario replantearse ciertos saberes
prácticos que resulten obvios o validos desde nuestra mirada urbana. La cultura
rural es sumamente rica y, no es una cultura inferior, es diversa. Es necesario
plantearlo y pensarlo en tanto tendemos a validar lo urbano considerando que el
niño de la zona rural debe conocer una plaza, un mercado, un museo, pero nunca
no hemos preocupado si un niño que proviene del centro urbano desconoce la
realidad rural. Esto da cuenta de la validación consciente o inconsciente que
hacemos de ciertos contextos.
Probablemente, se trate de
reconocer y valorar las posibilidades del contexto, la identidad y la cultura
de cada uno de nuestros niños y niñas y de ofrecer la mayor cantidad de
oportunidades de ampliación de repertorios culturales, cuando sabemos que es la
escuela una poderosa fuente de información o acercamiento, en casos en que no
disponen de tv, computadoras, etc.
El grupo reducido de alumnos
y las lógicas posibilidades de una atención más personalizada, el contacto con
lo natural, el interés constante y la creatividad donde pinturas, fotografías,
imágenes y otros recursos forman parte de lo
ofrecido, con el fin de enseñar, de disfruta, de que vean lo que en otro
lugar no ven.
El ambiente es el clima que
se genera. El ambiente son los colores, los olores, los sonidos, los silencios.
Ambientar un espacio para el desarrollo de una actividad pedagógica es pensar
que música se puede escuchar de fondo, cuanta luz es necesaria, que espacio es
adecuado, que clima hay que generar previamente, de que recursos hay que
disponer. En os jardines rurales que cuenten con otros espacios es posible
pensar que cada uno de ellos tenga una ambientación pedagógica, una invitación
a desplegar capacidades. En algunos casos habrá que sentarse a consensuar con
la maestra de la escuela primaria.
CARACTERÍSTICAS DE LAS ESCUELAS RURALES.
Las escuelas rurales de a
actualidad comparten características con aquellas que tuvieron un origen en los
tiempos de organización del sistema educativo nacional. En épocas de
construcción del Estado-nación, la política educativa privilegio la instalación
de escuelas allí donde estuvieran las comunidades para garantizar la educación
común, conforme los lineamientos de la Ley 1420.
A los largo de la historia
esa presencia se ha mantenido y el marco normativo actual expresa la decisión
política del Estado de apoyar a esta modalidad.
Las escuelas rurales son
instituciones que dan respuestas a la demanda educativa de comunidades
pequeñas, generalmente aisladas, con población dispersa y mayoritariamente
caracterizadas por bajos niveles socioeconómicos. Esta situación conlleva el
reconocimiento de otras características:
·
La baja densidad de población resulta en un
número reducido de niños de edad escolar. No es posible conformar en cada
escuela un grupo por año de escolaridad. El 80% de las escuelas rurales
primarias tiene menos de 100 alumnos. Al número total de alumnos matriculados
en la escuela se asigna la cantidad de cargos docentes. Por ello se agrupa a
los alumnos de diferentes años en plurigrados.
En
función de la cantidad de grupos que se pueden conformar se constituyen
unidades educativas uni, bi o tridocentes.
·
Para los docentes de las escuelas rurales se
configura un modo particular de situación laboral: mucho maestros de escuelas
rurales carecen de la oportunidad del intercambio sostenido con pares en la
misma institución si se considera que el 30% de las primarias son unidocentes (personal único, o
unitario). Además, tampoco cuentan con suficientes instancias de encuentro con
colegas de otras instituciones dado que la concreción de oportunidades de
trabajo colectivas implica alejarse de la escuela y, de su lugar de residencia.
Esto puede significar que el docente se ausente de la escuela – a veces por
varios días – con la consecuente interrupción de la asistencia de los alumnos.
·
Es frecuente que los niños ingresen
tardíamente a las escuelas rurales, por la escasa oferta educativa para el
nivel inicial, por las condiciones de vida particulares de las familias y por
las distancias a recorrer para llegar a la escuela. En diferentes momentos del
año muchos niños y jóvenes se ausentan de escuela por periodos prolongados; ya
sea por razones climáticas, por la incorporación de sus familias a trabajos
temporarios o por tener que cuidar de sus hermanos menores en ausencia de sus
padres. Estas situaciones tienen incidencia en repitencias reiteradas.
Estos
datos ponen en evidencia las serias dificultades para sostener la escolaridad
que tienen los niños y jóvenes de zonas rurales.
·
En muchas comunidades este nivel es la única
oferta educativa. Si bien tanto nivel inicial como la escuela secundaria son
obligatorias, no está resuelta aun la cobertura de ambos niveles educativos en
ámbitos rurales.
·
En la mayoría de las escuelas rurales es el
docente de nivel primario quien está a cargo de las instituciones y de la
enseñanza de todas las áreas, incluidas las disciplinas artísticas y la
educación física. En el caso de lengua extranjera se complejiza por la alta
especificidad de los saberes necesarios. Las designaciones de profesores
formados para tales áreas curriculares se realizan prioritariamente en las
zonas donde se presentan altas concentraciones de matrícula, las cuales
coinciden con espacios urbanos.
·
En las comunidades rurales muchos adultos no
completaron su escolaridad. Por ello, las familias carecen de posibilidades de
colaborar con sus hijos en tareas vinculadas estrictamente con los contenidos
escolares.
Es
habitual que se desarrollen proyectos institucionales o de definición local en
los cuales el mismo maestro de los niños acompaña procesos de aprendizaje ara
los adultos.
·
La escuela primaria común es la que recibe a
los niños con necesidades especiales que
residen en las localidades más distantes de los centros urbanos y no
tienen posibilidades de traslado regularmente. Estas situaciones carecen de
atención específica. Si no asistieran a la escuela común no dispondrían de
otras alternativas. Cuando las escuelas están próximas o con posibilidades de
acceso. Suelen contar con el apoyo de docentes de escuelas especiales o equipos
de asistencia con cierta frecuencia, las escuelas muy aisladas carecen de estas
posibilidades y el maestro de primaria toma a su cargo la atención.
ORIENTACIONES GENERALES PARA LA FORMACIÓN DOCENTE EN LA MODALIDAD.
Trabajar en la escuela rural
y enseñar en plurigrados requiere abordar cuestiones institucionales,
organizacionales, curriculares y didácticas en los diversos ciclos y niveles
del sistema educativo. Todos requieren ser contemplados en las propuestas de
formación docente inicial y en las instancias de desarrollo profesional,
asumiendo el compromiso de afrontar su especificidad. Es indudable la necesidad
de capitalizar la riqueza de la experiencia construida por los docentes,
sosteniendo e trabajo conjuntos entre niños y/o jóvenes de diferentes edades.
El desafío es realizar
aportes desde las diversas disciplinas de la Formación General y de la
Específica, diferenciando los aspectos comunes al trabajo docente y las
particularidades que el contexto rural requiere tanto en la formación inicial
como en la orientada. Esto implica reconocer as características de los contextos
socio – históricos productivos de los ámbitos rurales, los modelos de
organización institucional y la particularidad de los plurigrados desde los
aspectos didácticos.
PLURIGRADO, MULTIGRADO Y MULTIEDAD
La denominación de aula
multigrado incluye situaciones que van desde aquellas donde muy pocos alumnos
forman la matricula total de la escuela, hasta las que se agrupan grados del
mismo ciclo. Esto genera exigencia para el docente realizando propuestas de
enseñanza diversificadas, simultáneamente y en el mismo espacio.
La toma de decisiones para
la organización de las escuelas y la programación de aula en escuelas rurales
implica en la formación de la mayoría de los docentes de nivel primario. Es así
en algunos casos que el plurigrado es una situación problemática y deficitaria
respecto de la escuela común.
Lo que ocurre en las aulas
multigrado puede proporcionar la descripción de algunas situaciones que suelen
caracterizar el trabajo cotidiano de los docentes:
·
Se desarrollan actividades en paralelo cuando
se tienen que enseñar contenidos diferentes a alumnos que están en distintos
grados. Suele verse, un aula con más de dos pizarrones. Es habitual en las
aulas plurigrados y en muchos casos implica la realización de tareas centradas
en la copia y resolución de ejercicios reiterados.
·
Existen momentos de individualización de la
tarea, para lo cual los docentes van conformando archivos de actividades
presentadas como guía o fichas. Se hallan disponibles para cada alumno y aunque
implican una aproximación al trabajo autónomo, suelen constituirse en un
momento de tarea. No siempre se contempla la progresión necesaria entre las
actividades y se reducen las posibilidades para los alumnos de alternar
diferentes estrategias para aproximarse de maneras diversas al mismo contenido.
·
Se realizan proyectos para poder desarrollar
con el grupo total. Generalmente para concluir a proyectos suelen estar
presentes las familias y comunidades en la forma de jornada, actos, ferias,
etc.
·
Surgen instancias en las que se cuenta con la
colaboración de los alumnos avanzados para atender a sus compañeros. La
limitación de este tipo de situaciones se manifiestan en la disminución de
tiempo de enseñanza para el alumno que desempeña el rol de monitor de la tarea
de sus compañeros, en la focalización del trabajo en los contenidos de los
primeros años.
·
Se proponen ejes integradores de contenidos
para poder establecer momentos de trabajo en los que los alumnos de los
diferentes años puedan compartir la tarea.
La exigencia particular para
la enseñanza en estos ámbitos es poner a disposición de los diferentes alumnos
que trabajan al mismo tiempo y en el mismo lugar, los saberes socialmente reconocidos
- incluidos en los diseños curriculares – la diversidad curricular el reto
diferencial que se presenta a los maestros rurales para la programación y el
desarrollo de la enseñanza, se espera que cada alumno pueda acreditar lo que está
definido para el año que cursa. Es responsabilidad del sistema formador
promover la reflexión en torno a la simultaneidad entre la diversidad de los
alumnos y la de los contenidos a enseña dado que el maestro rural debe
programar la enseñanza de los contenidos curriculares de todos los años para
todos sus diversos alumnos.
La simultaneidad permitirá
abordar instancias donde se avance en el desarrollo cognitivo de cada uno y en
la construcción de aprendizaje cooperativo.
LA SALA MULTIEDAD: PARTICULARIDADES
La sala multiedad es aquella
que adopta como formato la conformación de grupos con edades combinadas, los
grupos están integrados por niños de diferentes edades. En el ámbito rural,
constituye una experiencia educativamente equivalente a la que ofrecen las
salas conformadas por niños de la misma edad. Que garantiza procesos de
calidad, adecuados a la diversidad y singularidad de los estudiantes, lo que
garantiza el derecho a la educación de manera equitativa.
Para el sujeto niño, la
posibilidad de relacionarse con otros de diferentes edades en una misma sala
supone la participación en expansión cualitativamente diferente, enriquecedoras
de su proceso de aprendizaje y de sus modalidades de vinculación social. Para
el docente pensar la sala multiedad supone “des-naturalizar”.
El docente media
semióticamente a través de la enseñanza, entre los saberes escolares y los
saberes de los niños, con la intencionalidad de ampliar el conocimiento
distribuido individual y culturalmente.
El trabajo en la sala
multiedad constituye un desafío, se emprende como una práctica, donde se
vivencia desde la multiplicidad de factores que interviene en ella.
Este capital se amplía
cuando se habilitan espacios para interactuar con otros diferentes en edades.
Con la ayuda de los códigos culturales que ofrece la escuela, los estudiantes
podrán representarse el mundo en todas sus formas posibles.
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